





Este trimestre hemos celebrado los cumpleaños con una lluvia de piropos.
Mis compis me piropwan y yo misma también expresó en voz alta lo que me gusta de mí.
La persona delegada del día es la responsable de dar el turno de palabra.
Quien modera atiende a las expresiones: el mejor, siempre, todo, nunca, nada,…
La persona que cumple años elige el escenario en el que recibir los piropos, así como si quiere o no subirse a la silla.
El objetivo es recibir el cariño y conocer mis fortalezas a través de los demás y de mi mismo.
Pasado un tiempo revisamos nuestro propósito.
¿Mantengo el mismo? ¿Cómo me fue? ¿Es necesario? ¿Qué quiero mejorar?
Lo comparto en casa, con mis compis,…
Una vez decidido me imagino. ¿Cómo se notará en mi vida si lo consigo?
Elaboró un plan para tener exito: ¿ En qué se notará si lo consigo? ¿Cómo lo lograré? ¿Qué necesito? ¿Quién lo ha conseguido? ¿Necesito un apoyo para que me acompañe?
Reviso cada tiempo cómo me va. Si hace falta hago cambios en mi plan.